Introducción
Si creciste yendo a la iglesia, sabes que hay muchas creencias distintas sobre el dinero. Algunos creyentes se aferran a su dinero, mientras que otros lo dan libremente. Algunos creen que la pobreza es piadosa, y se resisten a hablar de éxito financiero. Entonces, ¿de dónde viene esta gran variedad de creencias?
En primer lugar, remontémonos a la Iglesia primitiva. Por aquel entonces, miles de cristianos se enfrentaban a la muerte porque se negaban a retractarse de su fe y adorar al emperador romano. Entonces, un nuevo líder llegó al poder e hizo del cristianismo la religión del estado, poniendo fin a la persecución. Eso suena muy bien, pero este emperador comenzó a instituir nuevas doctrinas sobre la pobreza como medio de controlar a la iglesia y canalizar más dinero para el gobierno.
La gente empezó a creer que ser pobre era piadoso. Pero nada más lejos de la realidad. Si vas a los países más pobres del mundo, encontrarás gran cantidad de drogas, prostitución y gente matándose, sólo para llevar comida a sus hijos. No hay nada hermoso ni divino en la pobreza.
Ustedes deben orar así: "Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo.
Mate 6:9–10 (DHH)
En Mateo 6, Jesús oró para que se hiciera la voluntad de Dios en la Tierra "como en el cielo". ¿Y qué encontramos en el Cielo? ¿Un lugar en bancarrota en el que escasamente se sobrevive? ¡Nada de eso! Las calles están pavimentadas en oro. La paz, la alegría, lasalud y la prosperidad sobreabundan en el Cielo, y eso es lo que Dios quiere para nosotros aquí también.
La Palabra lo deja muy claro: la voluntad de Dios es que seas bendecido y que tu trabajo prospere (Deuteronomio 28:8). ¿Y cuál es la mejor parte de ser bendecido? ¡Puedes ser de gran bendición para los demás!
Cuando entiendes los fundamentos de lo que Dios dice sobre el dinero, puedes aprender a ser generoso con el dinero con el que eres bendecido. ¡Profundicemos en siete principios bíblicos de la generosidad!
Cambia tu perspectiva
En ninguna parte de la Biblia se dice que eres más espiritual o santo cuando eres pobre. Si aprendiste esta creencia en alguna parte, esto está afectando profundamente tu capacidad para manejar el dinero.
Deben acordarse del Señor su Dios, ya que ha sido él quien les ha dado las fuerzas para adquirirla, cumpliendo así con ustedes la alianza que antes había hecho con los antepasados de ustedes.
Deuteronomio 8:18 (DHH)
Cuando tomas la decisión consciente de mejorar tus finanzas, tu sistema de creencias negativas sobre el dinero saboteará tus intenciones. Por ejemplo, si en el fondo piensas que las personas ricas son egoístas y manipuladoras, te será imposible salir adelante financieramente porque desprecias aquello mismo en lo que te gustaría convertirte. Antes de mejorar tu situación financiera, tienes que enfrentarte a tu creencia sobre las personas adineradas.
Sin dinero, ¿cómo podemos ser financieramente generosos con los demás? ¿Cómo podemos dar a nuestra iglesia y a otros ministerios que dan a conocer a Jesús?
1 Samuel 16:7 (LBLA) dice que "pero el Señor mira el corazón", no el nivel de ingresos. Algunos que tienen riquezas son increíblemente generosos y otros que no las tienen son egoístas. El dinero no es el problema, sino ponerlo en primer lugar. Tampoco debes poner a tu familia por encima de Dios, ¡pero eso no significa que Dios odie que tengas familia!
Puedes mejorar tus finanzas sin preocuparte de que eso te convierta en alguien que no te gusta. Mientras pongas a Dios en primer lugar, puedes ser generoso, amable y bondadoso al tiempo que prosperas —simplemente ¡tendrás más para dar!
En el próximo capítulo, hablaremos sobre cómo se es generoso con la abundancia financiera que Dios te traerá, cuando cambies tu perspectiva sobre el dinero.
Sé generoso
Hay algo poderoso en la generosidad.
En primer lugar, se siente muy bien estar en el lado receptor. Cuando crees que Dios va a satisfacer una necesidad, y alguien viene a bendecirte de la nada, ¡la sensación es increíble!
También es importante tener pasión por dar a los demás.
Recuerdo a una pareja de la iglesia de mi padre cuando yo era adolescente. El hombre había perdido su trabajo y tenía dificultades incluso para poner comida en la mesa. Aunque en ese entonces yo no ganaba mucho dinero, quería ayudar. Así que fui, compré comida y, en secreto, dejé las bolsas en su porche.
En el culto de mitad de semana de nuestra iglesia, había un momento para compartir testimonios. Ese miércoles, un hombre se levantó con lágrimas en los ojos y contó la historia de cómo estaba orando por alimento para sus hijos. Había estado averiguando dónde podía pedir dinero prestado, y entonces abrió la puerta y descubrió que el porche estaba lleno de bolsas con comestibles.
Yo, que tenía diecinueve años, estaba sentado en el servicio y no podía dejar de sonreír. Me sentí muy bien de ser utilizado por Dios para bendecir a alguien. ¡Estaba entusiasmado! Desde entonces, siempre que tengo la oportunidad, doy.
Se siente muy bien ser usado por Dios para bendecir a los que te rodean. Cuando das con generosidad y sacrificio, será algo que querrás hacer una y otra vez.
Siempre les he enseñado que así se debe trabajar y ayudar a los que están en necesidad, recordando aquellas palabras del Señor Jesús: "Hay más dicha en dar que en recibir."»
Hechos 20:35 (DHH)
Mientras Dios continúa bendiciendo tu vida, en el aspecto financiero y en otras áreas, ¡te animo a que busques cada oportunidad para dar! Dios nos creó para ser dadores alegres y generosos.
Usa la sabiduría
Vivir con generosidad es emocionante. Empezar cada mañana pensando: "¿A quién puedo bendecir hoy?" te da una sensación de propósito y anticipación.
Y aunque es estupendo encontrar nuevas formas de satisfacer las necesidades de la gente, también tenemos que ser muy conscientes de los "manipuladores". Desafortunadamente, algunas personas son muy buenas para manipular a otras por dinero.
Hace años, había un hombre que asistía a nuestra iglesia que era un profesional en eso. Mientras caminaba con aspecto abatido, una pareja amable inevitablemente le preguntó: "Oye, ¿estás bien? Pareces un poco decaído".
Entonces él contó una historia sobre cómo no podía pagar las facturas del agua, comprar alimentos o incluso mantener su casa. Al final, la pareja se compadeció de él y le giró un cheque de más de mil dólares. Por desgracia, este hombre ya se había aprovechado de una docena de familias antes de ser atrapado.
»¡Miren! Yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas.
Mateo 10:16 (DHH)
No todos los manipuladores se encuentran en los bancos. También los hay detrás de los púlpitos. He asistido a servicios religiosos o he visto a pastores en la televisión que obligan a la gente a dar. Cuando te hacen sentir mal y egocéntrico por no contribuir, eso es manipulación emocional. No es una buena sensación, ¡y seguro que te sientes identificado!
Dicho esto, no permitas que los manipuladores te disuadan de dar. Quizás te hayan engañado en el pasado, pero el deseo de Dios es que continuemos siendo generosos con las bendiciones que Él ha derramado en nuestras vidas. Busquemos maneras de satisfacer las necesidades, pero hagámoslo con sabiduría. Como Jesús describió en Mateo 10, podemos ser astutos como serpientes e inofensivos como palomas, ¡al mismo tiempo!
Cosecha lo que siembras
¿Qué sucede cuando das?
Algunos de nosotros fuimos criados para dar y nunca esperar nada a cambio. Sin embargo, la Palabra de Dios dice claramente que cuando das con generosidad, la bendición vuelve a ti.
Imagina a un agricultor que compra la semilla y el equipo para plantar un campo de trigo. Su esposa le pregunta: "¿Cuánto crees que vamos a obtener por acre?".
El agricultor responde: "No, no vamos a plantar nada. Eso estaría mal, y Dios no estaría contento. Vamos a abandonar ese campo sin esperar nada a cambio". ¡Ese será un agricultor pobre con las manos vacías!
Pero esto digo: Él que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará.
2 Corintios 9:6 (LBLA)
Con frecuencia, Dios compara nuestra ofrenda con el proceso de sembrar y cosechar. 2 Corintios 9:6 dice que cuando siembras —o das— sólo un poco, puedes esperar una pequeña cosecha. Pero cuando das generosamente, obtienes una cosecha abundante. Algunos dirán que este versículo se refiere a cosas inmateriales, espirituales, ¡pero en realidad el capítulo 9 de 2 Corintios se refiere a las finanzas!
Cada uno de nosotros tiene necesidades y sueños que creemos que Dios cumplirá. Cuando das, especialmente durante un tiempo de necesidad, puedes sentir que esa ofrenda simplemente se fue. Pero el dinero sembrado en la obra de Dios nunca se tira. Cuando das a Dios, quizás se vaya de tus manos, pero nunca se irá de tu vida.
Al igual que un agricultor sabio, cuando pones una semilla en la tierra, se espera que la tierra produzca un retorno exponencial. Da generosamente para ayudar a la gente y construir el Reino —¡y cree que las bendiciones volverán a tu vida!
Da con alegría
Muchas personas nunca han tenido el hábito de dar. Algunos simplemente no fueron criados para ser generosos. Otros, quizás están en una situación difícil, han perdido su trabajo, y entonces dar es la última cosa en su mente.
Pero permíteme presentarte el punto de vista de Dios sobre dar. Él quiere que des lo que te hace sentir bien. Él ama a los que dan con alegría. Si damos por miedo o culpa, eso no es fe.
No digo que dar sea siempre fácil. A veces pienso en dar para una necesidad, y viene a mi mente una cantidad específica de dinero. Pero de inmediato, mi cerebro entra en acción y razona esa cifra hasta casi nada. La cosa es, que cuando sientes en tu corazón que quieres dar algo, escuchar la guía del Espíritu Santo, es algo que te puede llenar de entusiasmo. Tu cerebro puede estar nervioso, pero tu corazón está ansioso por ver lo que Dios hará.
Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
2 Corintios 9:7 (LBLA)
Si nunca has tenido el hábito de dar, empieza por algo que te haga sentir bien. Luego da esa cantidad con alegría. Mientras das con alegría, encomienda tu carrera, inversiones y negocios a Él y busca en Su Palabra la guía en todo lo que te propongas.
En el Reino de Dios, ¡la prosperidad siempre tiene un propósito! Al dar a los demás, aunque empieces con poco, te sorprenderás del avance que experimentarás en tu propia vida.
Usa tus bendiciones con un propósito
Los planes de Dios para ti son realmente enormes. Según el Salmo 139:13, Dios formó tus entrañas. Puso dones y habilidades dentro de ti para que pudieras lograr cosas asombrosas en esta vida. Ni siquiera puedes imaginar el gran plan que Él ha preparado para ti, o cómo pretende usarte para Sus maravillosos propósitos (1 Corintios 2:9).
No sólo eso, sino que Dios es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que piden o piensan, según el poder que actúa en ustedes (Efesios 3:20). Está claro que Dios quiere que seas bendecido en esta vida; sin embargo, también quiere que vivas con un propósito fenomenal.
Lo que quiero es conocer a Cristo, sentir en mí el poder de su resurrección y la solidaridad en sus sufrimientos; haciéndome semejante a él en su muerte, espero llegar a la resurrección de los muertos.
Filipenses 3:10–11(DHH)
Necesitas ambas cosas: bendición y propósito. Pablo lo sabía bien. Con frecuencia escribía sobre los grandes planes de Dios para nosotros, pero también oraba diciendo que quería sufrir con Jesús. Parece contradictorio, pero podemos entender los sufrimientos de Jesús y su compasión, así como su poder. Mientras vivimos una vida llena de bendiciones y diversión, podemos llenarnos de la compasión de Jesús y seguir enfocados en bendecir a los demás. Esta es la mejor manera de vivir, porque concentrarnos en nuestras propias bendiciones nos hará sentir vacíos. Necesitamos que nuestros corazones permanezcan blandos para no ignorar el sufrimiento de los demás.
Cree en cada una de las promesas de Dios, pero nunca olvides que estás aquí con un propósito. La misión que Dios tiene para ti es lo más importante en este planeta, ¡porque tus acciones engrandecen el Cielo!
Sé una bendición
Fuimos hechos a imagen de Dios, y Él es un Dios generoso. Él quiere que prosperes para que puedas ser una bendición.
En el fondo, a todos nos gustaría ser más generosos, pero con frecuencia el miedo a la carencia nos impide conocer la alegría de ser una bendición. En Dios no hay carencia. Salmos 23:1b (LBLA) dice: "El Señor es mi pastor, nada me faltará". Salmos 34:10 (DHH) dice: "Honren al Señor, los consagrados a él, pues nada faltará a los que lo honran. Y según Salmos 21:7 (RVA-2015), "has dado bendiciones para siempre".
Nota que no dice que debemos ser "bendecidos solo para ser una bendición". Dios quiere que disfrutemos de los resultados de nuestro arduo trabajo. Salmos 128:2 (DHH) dice: "Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien". Aunque fuimos diseñados para ser generosos, también podemos disfrutar.
Dios que da la semilla que se siembra y el alimento que se come, les dará a ustedes todo lo necesario para su siembra, y la hará crecer, y hará que la generosidad de ustedes produzca una gran cosecha. Así tendrán ustedes toda clase de riquezas y podrán dar generosamente. Y la colecta que ustedes envíen por medio de nosotros, será motivo de que los hermanos den gracias a Dios.
2 Corintios 9:10-11 (DHH)
Dios quiere que prosperes —primero por Su causa y luego por ti. En todas las cosas Él desea que lo busquemos primero.
Buscar salud, relaciones, dinero o cualquier otra cosa puede meterte en problemas si eso ocupa el primer lugar en tu vida. Del mismo modo, el dinero tiene el poder de destruirte... ¡pero es una herramienta poderosa en tus manos si pones a Dios en primer lugar!
Conclusión
La causa número uno de estrés en Norteamérica hoy en día, está relacionada con el dinero. Y es triste decirlo, los creyentes suelen tener creencias muy sesgadas sobre el tema.
Dios tiene muchos pensamientos sobre el dinero, y nunca ha dudado en compartirlos. De hecho, podemos encontrar unas 2.000 referencias bíblicas sobre el dinero y las posesiones (comparadas con unas 500 sobre la fe), y 16 de las 38 parábolas de Jesús tratan el tema.
La voluntad de Dios para ti es que vivas días del cielo en la Tierra. Sí, tendrás dificultades, pero Dios quiere que la vida en la Tierra sea "así como se hace en el cielo." (Mate6:10, DHH).
Pero que se alegren y griten de alegría los que quieren verme victorioso; que digan constantemente: «¡El Señor es grande, y le agrada el bienestar de su siervo!»
Salmos 35:27 (DHH)
Salmos 35:27 nos recuerda "digan constantemente: «¡El Señor es grande, y le agrada el bienestar de su siervo!» Necesitamos recordar de manera constante los pensamientos de Dios sobre la prosperidad. Con eso en mente, tengo un desafío para ti. Lee los siguientes pasajes de las Escrituras en voz alta, meditando realmente en su significado:
- Dios se complace en prosperarme. (Salmo 35:27)
- Él me ha dado la capacidad de producir riqueza. (Deuteronomio 8:18)
- Me ha enriquecido en todos los sentidos para que pueda ser generoso. (2 Corintios 9:11)
Prueba esto diariamente durante los próximos 30 días. Pon tu enfoque en Dios primero... y cree. Como Él le prometió a Abraham en Génesis 12:1-3, ¡Él te bendecirá para que seas una bendición!