Introducción
Debido a que enero marca el inicio del nuevo año, es un buen momento para reevaluar hacia dónde te diriges. Dios quiere que visualices un gran futuro. Él le enseñó a Abraham a ver su futuro, diciendo: "Mira bien el cielo, y cuenta las estrellas, si es que puedes contarlas. Pues bien, así será el número de tus descendientes." (Génesis 15:5, DHH). Y le dio a Josué una imagen visual de lo que tendría cuando dijo: "Tal como se lo prometí a Moisés, yo les daré toda la tierra en donde ustedes pongan el pie" (Josué 1:3 DHH).
Él Interrumpió la manera en que ellos imaginaban su futuro y les dio una nueva visión. Dios les mostró lo que Él pensaba que eran y hasta dónde podían llegar.
Sucederá que, en los últimos días, dice Dios, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad; los hijos e hijas de ustedes comunicarán mensajes proféticos, los jóvenes tendrán visiones, y los viejos tendrán sueños. Hechos 2:17 (DHH)
Según Hechos 2:17, Dios nos da visiones, pero no se refiere a los sueños extraños que tienes por comer demasiado antes de acostarte. Tampoco se refiere a visiones egocéntricas y poco realistas de grandeza donde todo gira en torno a ti. Una visión es simplemente una imagen de hacia dónde te diriges.
¿Estás muy ocupado haciendo cosas como para pensar hacia dónde te diriges? ¿Te olvidas de dejar que el Espíritu Santo te hable? Él desea pintarte una imagen de lo que puede ser tu futuro.
Mientras lees la Palabra de Dios, pídele al Espíritu Santo que te muestre una nueva imagen. Él dice que tú eres cabeza y no cola (Deuteronomio 28:13), cualquier cosa en la que pongas tus manos prosperará (Deuteronomio 28:8) y te elevarás tan alto como las águilas (Isaías 40:31).
¡Deja que Él pinte una nueva imagen en ti! Hoy quiero mostrarte seis pasos que te ayudarán a apoderarte del increíble futuro que Dios tiene para ti.
La visión es lo primero
Dios desea darte una nueva imagen de cómo puede ser tu vida. Él puede darte una visión dejando caer una imagen en tu espíritu, pero con mayor frecuencia es algo que necesitas buscar conscientemente.
Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida. Proverbios 4:23 (LBLA)
Puedes leer la Palabra de Dios para descubrir cómo es un círculo de amigos increíble, una carrera satisfactoria y una familia unida. Pídele al Espíritu Santo que te lo muestre y luego cierra los ojos hasta que puedas imaginarlo en tu vida.
Tu visión te moverá hacia lo que deseas.
Muchas personas tienen este principio en sentido inverso. Piensan que primero deben idear los planes y estrategias. En realidad, es lo contrario.
Una visión atrae:
1. Estrategias
2. Objetivos
3. Planes y
4. Las personas para llevarlos a cabo.
También te da energía. Piénsalo. Si estás totalmente agotado, pero un amigo te llama y te dice que el televisor que tanto deseas está a mitad de precio solo esta noche, ¡de repente tienes una explosión de energía! Cuando tienes una nueva visión, te sientes motivado para llevarla a cabo.
Cuando descubras algo en la Biblia que Dios dice que puedes tener, imagina que es tuyo hasta que la visión se aclare.
No te preocupes si aún no tienes un plan de cómo llegar allí. Es tu fe la que vence al mundo, no tus estrategias.
Desarrolla estrategias, pero visualiza primero el resultado final.
Incubar una nueva imagen
Tu corazón es como una incubadora. Lo que permites en él genera la vida que tienes. De hecho, tu futuro está siendo incubado en tu corazón ahora mismo.
La imagen que tienes en tu corazón de cómo es la familia está creando tu dinámica familiar. Las relaciones que tienes ahora mismo no son necesariamente las que quieres; reflejan lo que has estado incubando. El nivel de éxito que alcanzas en tu carrera está directamente relacionado con las creencias que tienes en tu corazón sobre ti mismo, tu potencial y el éxito en general.
Y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente, y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad. Efesios 4:23-24 (LBLA)
Si estás teniendo dificultades en un área de tu vida, debes preguntarte: ¿qué estoy incubando?
Tú decides lo que incubas en tu corazón. Cuando meditas en lo que la Palabra de Dios dice que puedes tener, logras una nueva visión inspirada por Dios, que siempre trae resultados fantásticos. Su Palabra contiene miles de promesas que detallan cómo son las relaciones sanas, una gran familia, un negocio exitoso y un matrimonio fascinante.
Puedes transformar tu vida incubando una nueva imagen. Tu salud, tu nivel de prosperidad y todo lo demás pueden cambiar incubando las imágenes que encuentras en la Palabra de Dios.
Asegúrate de crear tiempo de incubación con la Palabra de Dios. Cuando estés haciendo devocionales, detente y visualiza tu futuro. Imagínalo hasta que la visión se vuelva clara. Tu corazón se pondrá a trabajar para hacerlo realidad.
Protege tu corazón
Según 2 Corintios 9:6, cosechas lo que siembras, un dicho que con frecuencias se usa en un contexto negativo. En realidad, esta es una gran noticia. ¡Significa que puedes plantar en tu corazón, nuevas creencias alineadas con la biblia que te harán cosechar las promesas de Dios!
Para plantar estas nuevas creencias en tu corazón, necesitas saber que hay tres puertas de entrada a tu corazón:
1. Tus ojos,
2. Tus oídos y
3. Tu boca.
Con lo que dices, lo que ves y lo que escuchas estás plantando semillas en tu corazón, especialmente con tus palabras. Si no eres intencional al respecto, vas a plantar todo tipo de malezas en tu corazón simplemente por estar expuesto a las influencias cotidianas que te rodean.
Acuérdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. 2 Corintios 9:6 (DHH)
Muchas personas permiten que otros planten semillas en sus corazones. Es como alguien que desea cosechar verduras en su jardín en el otoño, pero no planta nada. Solo esperan que las personas que pasan por su jardín arrojen las semillas correctas. En el momento de la cosecha tendrán un jardín lleno de malezas y basura, ¡no de verduras!
La verdad es que debes asumir un papel activo con respecto a lo que plantas en tu corazón para crear la vida que deseas. Haz que la Palabra de Dios entre por las tres puertas de tu corazón: tus ojos, tus oídos y tu boca. Empezarás a cultivar las creencias correctas en tu corazón, creencias que harán que atraigas el tipo de vida que deseas.
Aférrate a las expectativas positivas
Tener una visión es sólo una parte de la ecuación. Aferrarse a la visión es igualmente importante. El rey Salomón sabía que debes proteger la imagen que tienes en tu corazón, por lo que dijo: "Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida". Proverbios 4:23 (LBLA).
Pocas personas mantienen una visión el tiempo suficiente para verla realizada. Su visión se oscurece por la impaciencia, el desaliento y las personas negativas que dicen que no se puede hacer. Para evitar la decepción, muchos dejan de esperar que sucedan cosas buenas y recurren a la queja, que no es más que una expresión externa de una visión negativa.
Por ejemplo, muchas parejas se distancian cuando pierden la visión positiva de su matrimonio. Sin darse cuenta, han dejado de esperar que algo cambie entre ellos. La expectativa es una parte vital de la fe. No se puede tener una visión grande e inspiradora sin expectativas.
No pierdas tus expectativas positivas. Debes estar dispuesto a correr el riesgo que implica exponerse. Puedes ser el tipo de soñador que nunca abandona la visión. Después de todo, ¡es mucho mejor perseguir un sueño y quedarse corto que no esperar nada y no obtener nada!
Que te conceda el deseo de tu corazón, y cumpla todos tus anhelos Salmos 20:4 (LBLA)
Si has perdido la visión positiva del futuro, atrévete a soñar de nuevo. Dios quiere darte los deseos de tu corazón. ¡Él quiere que tus planes tengan éxito, siempre y cuando estén en línea con Su Palabra! Recuerda que lo que ves en la actualidad es solo temporal. Lo que visualizas puede cambiar tu futuro.
No te conformes con algo secundario
Si no proteges y cuidas la visión que incubas en tu corazón, tenderás a conformarte con otro sueño, un segundo mejor sueño.
No apuntes demasiado bajo. Si te encuentras diciendo cosas como: "Nunca podría verme en una gran relación", comienza a imaginarlo. Si piensas: "Nunca podría soñar con tener mi propio negocio", ¿por qué no? Tienes una vida por delante. ¿Te vas a dejar limitar por lo que los demás piensen de ti? No permitas que pensamientos de derrota y personas críticas te controlen.
Porque sol y escudo es el Señor Dios; gracia y gloria da el Señor; nada bueno niega a los que andan en integridad. Salmos 84:11 (LBLA)
La visión de Dios para ti nunca es la segunda mejor. El Salmo 84:11 dice que Él no te negará nada bueno. Aférrate a lo que Dios te ha prometido. Mientras pases tiempo visualizando e imaginando que Sus promesas se hacen realidad, tu corazón se pondrá a trabajar para que esto ocurra.
Por ejemplo, si lees: "Y el Señor te hará abundar en bienes, (Deuteronomio 28:11, LBLA), cierra los ojos hasta que te veas prosperando, disfrutando de tu arduo trabajo y siendo una bendición para otros financieramente. Luego asegúrate de que lo que dices esté alineado con tu nueva visión. No te permitas decir cosas como: "Nunca saldré adelante". En cambio, ¡declara las promesas de Dios sobre tu vida!
¿Qué imaginas para tu futuro? ¿Salud o enfermedad? ¿Grandes o solo metas promedio? Obtén una imagen verdadera del futuro que Dios quiere para ti leyendo Sus promesas.
No te rindas
Las creencias que tienes en la actualidad provienen de las experiencias que has tenido y de la forma en que te criaron. Pero debes saber que la Palabra de Dios es más poderosa que cualquiera de estas influencias. Solo necesitas hacer el trabajo continuo de introducirla en tu corazón.
Una vez tuve una conversación con una mujer que me dijo que odiaba a los hombres. Ella tuvo varias malas experiencias en las que hombres con los que salía trataron de aprovecharse de ella. Debido a esto, había perdido la esperanza de encontrar uno bueno.
Es una lástima porque conozco a cientos de hombres increíbles y gran parte de ellos están solteros. Son fuertes y capaces; aman a Dios y aman a los niños. La verdad es que hay muchos hombres buenos por ahí.
Con frecuencia, el problema es que necesitamos cambiar nuestras expectativas para alinearnos con lo que la Palabra de Dios dice que es posible. En el ejemplo anterior, me pregunto qué pasaría si ella cambiara su expectativa a: "Dios tiene un gran hombre en mente para mí. Hay cientos de buenos hombres por ahí, y voy a elegir un esposo que ame a Dios, me ame a mí, y vamos a tener una vida maravillosa".
Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. Gálatas 6:9 (DHH)
¿Cuál es tu enfoque diario?
¿Estás enfocado en las posibilidades que te rodean? ¿Eliges tomar la palabra de Dios y creer que Sus promesas no solo son posibles sino algo seguro en tu vida?
Todo el mundo se desanima a veces, pero no te dejes vencer por el cansancio. ¡No te rindas! ¡Sigue avivando tu fe y recogerás tu cosecha!
Conclusión
Mientras comiences a despertar nuevos sueños y metas, recuerda que ¡tienes el Espíritu Santo dentro de ti para ayudarte a mantenerte en el camino!
A veces creemos que el poder del Espíritu Santo actúa en nuestras vidas sólo para ayudarnos a enseñar o predicar, o a imponer las manos sobre los enfermos para sanarlos. Aunque es cierto que Su poder trabaja a través de nosotros de estas maneras, ¡hay mucho más!
El Léxico Griego del Nuevo Testamento de NAS nos da una definición de múltiples capas de lo que incluye este poder. Los dos primeros puntos son comunes en nuestro entendimiento. El primero es el "poder inherente", refiriéndose al hecho de que cuando entregamos nuestras vidas a Cristo, instantáneamente somos llenos del Espíritu Santo que reside en nuestro interior. El segundo punto es "poder para hacer milagros", que se refiere al poder del Espíritu Santo en nosotros que podemos liberar para la salud y la protección.
Lo que con frecuencia olvidamos es el tercer punto: "poder moral y excelencia del alma". El poder del Espíritu Santo en nosotros nos ayuda a vivir con excelencia moral, lo que significa que Él nos da el poder para mantenernos firmes contra la tentación. Fortalecidos por el Espíritu Santo, podemos elevarnos en prosperidad, posición e influencia, y representar a Cristo de manera efectiva en las áreas en las que somos llamados.
Pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra. Hechos 1:8 (DHH)
El Espíritu Santo nos ayuda y guía para que nuestro propósito, metas y planes se conviertan en herramientas utilizables por Dios para marcar una diferencia en este mundo ahora y para las generaciones venideras.
Hoy, comienza a cambiar tus pensamientos, tu corazón y tus creencias para que estén alineadas con lo que Dios dice de ti, y ábrete camino hacia el cambio milagroso, el crecimiento y la victoria que ¡Él ve en tu futuro!